Camboya, la joya desconocida
Para terminar, teíamos que incluir en esta lista Camboya. Típico de los países del sudeste asiático, cuenta con dos estaciones muy diferenciadas: la seca y la húmeda. Por suerte, la estación seca es de noviembre a marzo, y es claramente la mejor época para viajar a este país.
No hay mas que ver la bandera de Camboya para darse cuenta de lo orgullosos que están los camboyanos del Angkor Wat, y no es para menos. Se trata de la mayor estructura religiosa jamás construida. Los templos son tan grandes que probablemente necesitaras varios días para visitarlas.
No muy lejos del Angkor Wat tienes la ciudad de Battanbang. Aquí encontrarás multitud de templos y pagodas, un tren sobre raíles de bambú y murciélagos, muchos murciélagos. Además, todavía no tiene tanto turismo como el Angkor Wat.
Si lo tuyo es la playa, Sihanoukville no puede faltar en tu itinerario. Playas paradisíacas, lugares perfectos para buceo, buena comida y un ocio nocturno para poner a prueba tu hígado. Sin embargo, lo que más destaca son sus islas desérticas rodeadas de playas increíbles que puedes visitar desde aquí, o directamente alojarte en una de ellas.
Una forma muy curiosa de recorrer Camboya es a través de sus innumerables ríos. Además, de esta forma entrarás más en contacto con el típico estilo de vida camboyano. Puedes aprovechar para ver algunos de los pueblos flotantes, donde las casas se construyen sobre pilotes de bambú.
Por último, no podía falta un poquito de trekking. Si buscas un poco de Wild Camboya, aventúrate por las montañas Cardamomo. Éstas prácticamente no han sido tocadas por el ser humano por lo que no es raro encontrarse muestras de la fauna local: tigres, monos y todo tipo de serpientes.